CLAVES PARA DESARROLLAR UN EQUIPO DE ALTO RENDIMIENTO
Publicado por Michael Page, 2023
El rendimiento de un equipo será bueno si dicho equipo consigue los resultados para los que fue creado y diseñado. A grandes rasgos, hay 4 grandes variables que cualquier equipo de alto rendimiento debe contemplar:
Objetivos que se quieren conseguir, tareas que se tienen que llevar a cabo, funciones que se tienen que realizar y roles que hay que desempeñar.
Para que el equipo sea de alto rendimiento tiene que haber una alineación entre estas 4 variables.
Las diferentes tareas, funciones y roles suelen requerir personalidades también diferentes, es necesario en muchos casos tener a personas con distintas maneras de ver la vida y enfocar su trabajo. Si queremos que cada uno de lo mejor de sí mismo, tenemos que estar dispuestos a exigir diferente a cada persona y a convivir con diferentes personalidades.
Para obtener lo mejor de cada persona, tendremos que conseguir que cada uno se dedique a lo que mejor sabe hacer y así, las posibles carencias de cada cual, estén contrarrestadas con las fortalezas de otro miembro del equipo. De esta manera el equipo se enriquecerá y los miembros se complementarán para funcionar correctamente, logrando entregar siempre los mejores resultados y cumpliendo de la mejor forma los objetivos previamente definidos.
Esta variedad hace que el equipo se pueda enriquecer y se fortalezca. Es de suma importancia tener en cuenta que la persona que lídere tiene que dedicar tiempo y esfuerzo a los miembros de su equipo.
De la gestión de las 4 variables comentadas anteriormente, aparecen 6 grandes procesos que hay que tener controlados para el éxito de los equipos:
6 características de un equipo de alto rendimiento:
1. Tener los objetivos definidos y medidos:
Los miembros del equipo deben saber qué tareas les corresponden y cuáles son sus objetivos, de esta manera focalizarán tiempo y esfuerzo en conseguir el éxito y los resultados planteados. Es importante ir midiendo y analizando las actuaciones del grupo, para saber si las acciones que se están llevando a cabo y las decisiones que se toman son las correctas para alcanzar el objetivo.
2. Claridad en la definición de los roles:
A pesar de que el trabajo sea en equipo, cada integrante debe asumir un rol específico dentro del conjunto. Todos los miembros deben tener claro el objetivo, de esta manera pueden trabajar en la misma dirección. Además la definición de roles frenará los roces entre los miembros.
3. Proceso bien definido:
La claridad en el proceso hace que los integrantes del equipo sepan el camino para lograr el éxito, lo que implica rapidez en el aprendizaje y menor resistencia a los cambios. Una persona que conoce el proceso es una persona más productiva.
4. Buena comunicación y buen clima:
Un intercambio de comunicación rápido y ágil facilita la toma de decisiones correctas. Esta comunicación es importante tanto entre trabajadores, con la dirección e incluso externamente. Hay que definir “cómo nos vamos a comunicar”.
5. Confianza y respeto:
Los integrantes del equipo deben ayudarse y darse apoyo entre ellos. Es importante recompensar los avances, tanto individuales como grupales, expresando verbalmente la satisfacción del trabajo en equipo: “Estamos haciendo un excelente trabajo”; “Los resultados están siendo mejor de lo esperados”; “Sigamos trabajando en la misma dirección”.
6. Participación de todos:
El alto rendimiento y productividad sólo se alcanza cuando el compromiso es individual pero los integrantes del equipo tienen una visión global. El sentimiento de pertenecer a un equipo, de ser valorado y de luchar conjuntamente por un objetivo, hacen que los trabajadores estén motivados, favorecerá que trabajen más contentos y, por lo tanto, de manera más eficiente.
Compártenos tus comentarios sobre ¿Cuáles? y ¿Cuántas? de estas características pones en práctica con tu equipo y ¿Cuáles? te hace falta poner en marcha.

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